Cuando descubrimos pequeños agujeros en la madera o escuchamos crujidos sospechosos, lo más probable es que tengamos un visitante no deseado: la carcoma. Por suerte, hoy en día existen tratamientos muy eficaces para eliminarla y prevenir su regreso. Pero… ¿cuál es mejor? ¿Un producto al disolvente o uno al agua?
En este artículo te explico las diferencias reales entre ambos, sin mitos ni tecnicismos innecesarios, para que tomes una decisión con criterio.
1. ¿Funcionan igual para eliminar la carcoma activa?
Sí. Tanto los tratamientos al agua como los de base disolvente incorporan biocidas muy eficaces (como la permetrina), capaces de eliminar las larvas de carcoma en todas sus fases. Lo importante es que el producto esté bien formulado y que se aplique correctamente, sobre todo si el ataque es profundo.
En casos severos, conviene aplicar el producto también por inyección en los agujeros de salida de la carcoma. Esta técnica funciona igual con ambos tipos de tratamiento.
2. ¿Protegen igual a largo plazo?
Los tratamientos actuales al agua ofrecen una protección preventiva comparable a los clásicos al disolvente. Si se aplican en la dosis adecuada y sobre madera sin recubrimientos, la protección puede durar años.
Eso sí: si la madera va a estar en zonas húmedas o exteriores, es recomendable aplicar un barniz o lasur una vez seco el producto, para sellarlo y reforzar la protección.
3. ¿Penetran igual en la madera?
Aunque los productos al disolvente históricamente han sido más penetrantes, los tratamientos al agua modernos están formulados con tensioactivos que mejoran mucho su capacidad de impregnación. En maderas secas, limpias y sin barnices antiguos, penetran sin problema. Además, se pueden aplicar varias manos o recurrir a la técnica del “envoltorio plástico” para mantener la madera humedecida más tiempo y favorecer la absorción.
4. ¿Y luego puedo barnizar o pintar?
Sí, sin problemas. Una vez seco, tanto uno como otro son compatibles con cualquier acabado: barnices, ceras, pinturas… En el caso del tratamiento al agua, puede que notes que levanta un poco el “repelo” de la madera (esa textura rugosa que aparece al mojarla). Nada que no se arregle con un suave lijado antes del acabado final.
Un detalle interesante: los productos al agua no dejan residuos grasos, así que puedes usarlos incluso si después piensas aplicar barnices al agua o pinturas acrílicas.
5. ¿Cuál es más seguro y ecológico?
Aquí sí hay una diferencia clara: los tratamientos al agua son menos tóxicos, no inflamables, casi inodoros y mucho más cómodos de aplicar, especialmente en interiores. Los de base disolvente suelen desprender vapores molestos y requieren más precauciones (guantes, ventilación, evitar llamas o chispas).
A nivel medioambiental, los productos al agua también ganan puntos: emiten menos compuestos orgánicos volátiles (COV) y su huella ecológica es menor.
Conclusión: ¿Cuál elegir?
Si buscas eficacia, seguridad y respeto por el entorno, los tratamientos anticarcoma al agua son una excelente elección. Funcionan igual de bien que los disolventes, son más agradables de usar y permiten seguir trabajando con la madera con total libertad. En muchos casos, son la mejor opción tanto para profesionales como para particulares.
¿Tienes dudas sobre cómo aplicarlo o qué producto usar en tu caso? ¡Escríbeme y te ayudo encantado!