¿Por qué la pintura parece de otro color cuando está húmeda?

Si alguna vez has comprado pintura y, al abrir el bote o aplicar una muestra, te ha parecido que el color no es el que habías elegido, ¡no te preocupes! Es algo muy habitual. La pintura, mientras está húmeda, puede parecer más clara o más oscura que su color real. Pero una vez seca, el tono final sí coincide con la carta de colores.

¿Por qué ocurre esto?

Cuando la pintura está fresca, aún contiene agua o disolvente, y eso cambia cómo la luz incide en la superficie. Además, algunas pinturas tienen un aspecto blanquecino mientras están húmedas por la resina (aglutinante) que contiene la fórmula. Esa lechosidad desaparece al secarse, y ahí es cuando el pigmento muestra su verdadero tono.

También influye el acabado de la pintura:

  • Las pinturas mates suelen parecer más claras cuando están húmedas, y luego oscurecen un poco (hay excepciones en las que es al revés, sobretodo con pinturas de calidad media-baja).
  • Las pinturas satinadas o brillantes pueden parecer más oscuras recién aplicadas, y luego aclararse ligeramente.

¿Qué hacer para estar seguro del color?

  • Haz una pequeña muestra en una tarjeta blanca o sobre la propia pared.
  • Espera a que se seque completamente antes de valorar el color.
  • Observa la muestra bajo la misma luz que habrá en la estancia (luz natural, artificial o mixta).
  • No juzgues por cómo se ve la pintura en el bote o en mojado.

Confía en la mezcla

En tiendas especializadas, el sistema tintométrico está calibrado para que el color sea exacto una vez seco. No te dejes engañar por cómo se ve al principio. Si tienes dudas, pide siempre una muestra seca o aplica una capa de prueba.

En resumen

La pintura, como muchos materiales, cambia de aspecto mientras se seca. Es normal, no es un fallo. La clave está en darle tiempo y saber que el color definitivo es el que verás cuando se haya secado por completo. Así que, la próxima vez que pienses “este no es el color que pedí”, respira, espera… ¡y verás cómo sí lo es!

¡Ah! Un super truco: cuando estés mirando colores en una tienda de pinturas, si un color te llama la atención, levántalo del mostrador ponlo en vertical (tal como se vería en la pared). Parece una tontería pero esto tiene dos efectos: el primero es que la imagen mental que te haces de cómo quedará en tu casa es mucho más realista, y la segunda es que, por este hecho, cuando hayas pintado no tendrás la sensación de que ‘este no es el color que buscaba’, o ‘no es como imaginaba’).