El hollín es un residuo negro, fino y polvoriento que se genera como resultado de la combustión incompleta de materiales como la madera, el carbón, el gasóleo o cualquier derivado del petróleo. Está formado por partículas de carbono y otras sustancias que, al no quemarse del todo, se adhieren a las superficies cercanas.
¿Dónde aparece el hollín?
El hollín es muy común en:
- Chimeneas y estufas de leña.
- Calderas de gasóleo o carbón.
- Cocinas antiguas o mal ventiladas.
- Paredes y techos de viviendas donde se han utilizado braseros o estufas sin buena salida de humos.
¿Por qué es un problema?
Además de ser antiestético, el hollín se adhiere con mucha facilidad a la pintura y a los poros de las paredes, lo que hace difícil limpiarlo. También puede provocar malos olores y afectar a la calidad del aire en interiores.
¿Cómo eliminar el hollín de forma eficaz?
- Limpieza inicial
- Retira la mayor cantidad posible con un trapo seco o con una aspiradora con filtro HEPA.
- Evita frotar en exceso, ya que podrías incrustar más el hollín en la superficie.
- Lavado de la superficie
- Utiliza una esponja con agua tibia y un poco de jabón neutro.
- En casos de manchas persistentes, se puede aplicar una mezcla de agua con un poco de bicarbonato sódico.
- Aislamiento de manchas antes de pintar
Incluso después de limpiar, el hollín puede seguir apareciendo. Por eso es fundamental aplicar una pintura aislante.- Un producto específico como el Tixotrofix de Profesional de Macy es ideal, ya que bloquea manchas de hollín, grasa o humedad seca.
- Se aplica directamente sobre la zona afectada, y una vez seco, se puede pintar encima con la pintura plástica elegida.
Conclusión
El hollín es un problema habitual en muchas casas con chimenea o calefacción tradicional. Aunque puede resultar molesto, con una limpieza adecuada y el uso de pinturas aislantes específicas se puede eliminar y evitar que vuelva a aparecer en las paredes o techos.